La era de la Vida

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A lo largo de su vida, José Luis Sampedro ha pasado por diferentes etapas. Desde catedrático de Estructura Económica hasta senador en las primeras Cortes democráticas. Sus ojos, en sus casi 96 años de vida, han visto sucederse un gobernante tras otro, desde la dictadura de Primo de Rivera hasta la democracia, pasando por la Segunda República el régimen de Franco. El escritor, humanista y economista continúa en activo y no desaprovecha ninguna oportunidad de compartir sus experiencias y su punto de vista sobre la situación actual. En este artículo se recogen diversas apariciones públicas de Sampedro, a modo de recopilación.

Antonio Machado, el gran poeta, dijo que las sociedades cambian cuando cambian sus dioses. Es decir, cuando cambian los valores básicos en los que se fundamentan. Esta idea fue recogida por José Luis Sampedro en la presentación de su libro Cuarteto para un solista, escrito junto a Olga Lucas. Que las sociedades cambian es un hecho evidente, y que sus referentes cambian también lo es. Para la sociedad grecorromana, el hombre era la medida de todas las cosas. Tras la aparición del cristianismo y la entrada en la Edad Media, Dios pasó a ser el referente absoluto. Todo estaba al servicio de Dios, y el héroe ya no era el guerrero o el filósofo, sino el santo, el religioso. Más tarde, en el siglo XVIII, el pensamiento de Adam Smith tuvo como consecuencia la llegada de un nuevo referente: el dinero. Esta corriente se refleja muy bien en la frase más célebre de Benjamin Franklin: «El tiempo es oro». Y ahí es donde entra en desacuerdo José Luis Sampedro. «El tiempo no es oro, es muchísimo más, es la Vida, y en la Vida hay muchísimo más que dinero». En este momento, según el escritor y economista, estamos viviendo la etapa final del reinado del dinero, y lo que vendrá después es la era de la Vida.

La Vida es algo innegable. Existe. No hay más que mirar alrededor. Y vivir es un derecho, pero también un deber. En ese sentido, la Vida se asemeja a un árbol. Comienza como una semilla, para luego crecer y expandirse, alcanzando toda la belleza posible. Ese es nuestro deber en la vida. Crecer, expandirnos y alcanzar nuestra máxima meta, subiendo todo lo que podamos. En palabras del escritor, “cada  uno debe ser, ni más ni menos, lo que es, pero debe potenciar sus posibilidades al máximo”. Algunos lo harán en el terreno del deporte, otros, en la literatura, la Ciencia, la familia… Habrá otros que se dedicarán a la delincuencia, pero incluso ellos tienen el derecho y el deber de vivir, siempre al máximo de sus posibilidades.

Hoy en día, todos aspiramos a lo que llamamos vida digna, es nuestro nuevo referente. Atrás quedan los tiempos en los que la sociedad pensaba que para vivir mejor, había que ganar más dinero. No es lo mismo comodidad que dignidad. Estamos viviendo una crisis, no solo económica, sino también de sistema. La técnica aporta unos problemas para los que no está preparado el sistema que se concibió hace siglos, y que dio lugar a lo que hoy en día llamamos capitalismo. “Las soluciones del capitalismo, individualizadas y centradas en el dominio del dinero, no funcionan hoy”.

En nuestra sociedad, lo único que progresa es la Ciencia. Según Sampedro, necesitamos tener otra visión del mundo, pensar en otra manera de concebir al hombre. El hombre moderno está borracho de poder. Piensa que está civilizado, pero no es así. Seguimos matándonos los unos a los otros y no hemos aprendido a vivir en nuestro planeta. Gastamos millones en buscar agua en Marte mientras contaminamos irreversiblemente la nuestra. Estamos llevando a cabo un desarrollo insensato, en el que los poderosos tienen de todo, cuando solo representan al veinte por ciento de la población. Nos enriquecemos explotando al planeta, pero hablamos de desarrollo sostenible. En el siglo XX, la población mundial se ha triplicado, pero no así los recursos disponibles. Nuestro desarrollo continúa, y no somos conscientes de lo que estamos destrozando. Unas cosas son sustituibles, pero no todas, otras, renovables, pero no para tantos como estamos, y otras, irrecuperables. El hombre ha comenzado a ponerse enfrente de la naturaleza como si no perteneciera a ella, como si el ser humano no fuese naturaleza.

Estas reflexiones, la destrucción por mano del hombre, nuestras creencias enfrentadas a la realidad de la naturaleza, y la lucha del hombre contra el mundo, toman forma de novela en Cuarteto para un solista escrito por José Luis Sampedro y Olga Lucas. En él, los cuatro elementos pertenecientes a la naturaleza, el Agua, el Aire, la Tierra y el Fuego, se reúnen y se dirigen a la Vida para pedirle ser como los seres humanos y así trabajar en favor de ellos. Ella les dice que lo más que pueden hacer es observar y decir lo que piensan. Estas reflexiones conforman esta novela, un canto a la vida en armonía con el planeta y a descubrir su belleza, no a tratar de dominarla.

Para Sampedro, lo que importa es que nos reeduquemos, porque nos educan mal, para que seamos productores y consumidores. Para que seamos sumisos, ya desde la infancia. La Universidad del saber se ha transformado en la universidad de la empresa, en la universidad boloñesa, como la llama Sampedro, destinada a producir. Otra manera de educarnos, una de las más importantes, es a través de los medios de comunicación, antes destinados a informar, formar y entretener y hoy dirigidos a vender. A vender ideas y sistemas.

Tenemos que negarnos, decir basta. Hoy, estamos en plena revolución, una revolución que tiene un precedente muy claro: Gutenberg. En el siglo XV, apareció la imprenta. Las ideas podían fluir libremente. Este hecho facilitó la difusión de la razón, atacó las ideas teológicas y acabó con la Edad Media. En la actualidad, esta revolución es la informática, Internet. “Como en cualquier red, existen numerosos nudos, pero también hay agujeros, por los que se cuelan las ideas”, compara Sampedro. Desde cualquier parte del mundo te puedes conectar. Es algo incontrolable… por eso, el Poder lo quiere cercenar. Gracias al avance que supone Internet, no es necesario que 300 personas se reúnan en un Parlamento. A través de los nuevos medios, las ideas pueden fluir libremente, y eso es peligroso.

Ha comenzado la respuesta, y es, según Sampedro, la del PPP, la Palabra del Pueblo en la Plaza. El movimiento 15-M ha ido creciendo, y va a obligar a los políticos a replantearse el sistema. Del 15-M, el escritor destaca dos lemas: «No es la crisis, es el sistema». Es fundamental que aprendamos eso. La otra idea es «Democracia ya». Ese es el problema. La democracia no es cosa de un día. La democracia está falseada, la opinión pública está condicionada, se confunde con la opinión publicada. Mientras tanto, el no, la denuncia constante.

Educación, civilización, desarrollo… pero sobre todo, vida. «Es muy triste ver cómo la gente muere sin haber alcanzado el máximo de su potencial». Ante eso, carpe diem, aprovecha el momento.

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